La conexión escultura-sonido fue creada en el siglo XX, tratándose de un concepto bastante reciente y siendo Luigi Russolo uno de los primeros ejemplos de este arte.
Se trata de esculturas sonoras que, en su mayoría, se componen de piedra calcárea o basáltica dando lugar a grandes formaciones pétreas parecidas a los megalitos. Dichas invenciones emiten un sonido al ser frotadas o percutidas paper writing service con las manos (o con rocas de menor tamaño) debido a hendiduras equidistantes creadas en la propia piedra. Estos sonidos simulan el ruido del viento, metal, instrumentos de madera, etc.
A continuación os dejamos un ejemplo de una gran escultura sonora emitiendo música celestial.